OBSCURA – “A Sonication”
OBSCURA es reconocido por sus fans, y también aclamado por la crítica, por desafiar y luego expandir las normas del death metal, experimentando un crecimiento notable y significativo en un género musical que pareció no estar listo para su inserción creativa de ingenio alemán, desde Retribution allá por el lejano 2004. Con este nuevo disco llamado A Sonication, la banda de death metal técnico alemana liderada por Steffen Kummerer lanza el segundo concepto de su trilogía, tras un muy aclamado A Valediction que los vió refrescar un poco su faceta melódica, mutando hacia un melodeath alienígena con mucho gustito a NECROPHAGIST por su veta progresiva. La banda no escatimó esfuerzos en la creación de este álbum, explorando ideas y aprovechando al máximo cada oportunidad creativa. El resultado se manifiesta en ocho canciones que fusionan la crudeza de los riffs con momentos de refinada sutileza, donde cada detalle ha sido cuidadosamente considerado. Y que además, se tornan un poco más visceral, con pasajes muy reminiscentes a un AT THE GATES más bien traído a un terreno atípico y desgarrador, como para dar un pantallazo muy simplificado, y donde las líneas de bajo (quizás como siempre lo han hecho) cumplen un rol estelar y destacado, en esta ocasión al mando de Robin Zielhorst, conocido por sus habilidades con el bajo fretless y que supo relucir talento en los mencionados CYNIC.
No podemos negar que a la hora de catalogarlo, viéndonos en la forzada posición de hacerlo, este disco tiene mucho más de death melódico o clásico que de death metal técnico. Posiblemente los dos avances del disco, “Silver Linings” y “Evenfall”, sean las más flojas o menos representativas del disco, una apelando más al vértigo y la otra más al groove lento, ambas con un tinte más a a CHILDREN OF BODOM, lúgubres y tenues. Pero al superar ambas en el tracklist empieza a llegar lo bueno, con un derroche de bestialidad en “In Solitude” y más aún en “The Prolonging”, que es un tema muy corto pero muy potente y crudo, casi rozando el grindcore. Pero sin duda, dos de las canciones estelares del disco son, por un lado, “Beyond The Seventh Sun” un tema que, al ser una instrumental, debe cargar el peso de atraer sin algo tan representativo como la voz, que es algo que a los teutones nunca les ha pesado por su característica fundamental. Sin embargo, esta canción es simplemente una maratón por los diapasones de cada instrumento, cargado con una musicalidad compleja que se beneficia de tener melodías atractivas y se siente como un viaje cósmico bien vertiginoso, y termina siendo posiblemente lo más parecido que encontramos al viejo OBSCURA que enamoró a sus fans hardcore. Más adelante, cerca del final, encontraremos con “The Sun Eater” que es un track un tanto dicotómico, ya que por momentos también pareciera volver un poco a las raíces y luego a lo convencional de tanto en tanto, pero sin dudas destaca enormemente por su naturaleza más bien de death groovera, lindando siempre entre lo ambivalente de las progresiones y la velocidad, con una leve reminiscencia a HYPOCRISY quizás.
Finalmente, “A Sonication”, el tema de cierre, resume un poco todo la faena que acabamos de escuchar, apuntando a una canción larga y desarrollada pero muy convencional para el arquetipo de los alemanes, sobre todo con el final en fade out. Los solos aparecen muy seguido en él, y son más clásicos pero no por eso menos bestiales, demostrando como tocar veloz y con mucha técnica, demostrando que el talento musical a lo largo de todo el álbum es, como siempre, de primera categoría. El recién llegado Kevin Olasz, también en DEADBORN aporta su propio estilo al trabajo de guitarra, proporcionando un contrapunto suave y dinámico al caos desgarrador con el bajo. El trabajo de la batería de James Stewart es implacable y termina de cerrar una química en conjunto que brilla, incluso considerando que la composición de las canciones a veces se apoya demasiado en estructuras convencionales para lo que nos ha acostumbrado OBSCURA. Sin embargo, el nuevo enfoque melódico de la banda hacia el death metal, aunque posiblemente atraerá a nuevos fans, puede decepcionar a los seguidores de siempre, quienes se preguntarán qué rumbo habría tomado la banda en otras circunstancias. Hay canciones que pareciera que se dan el tiempo de degustar una idea lo suficiente como para desarrollarla y finiquitarla apropiadamente con todos los matices intermedios; otras se sienten más bien apuradas y directamente al hueso, lo cual no es necesariamente malo, pero repito, los fans hardcore de la banda no estarán muy de acuerdo con ello. A pesar de la controversia inevitable, el álbum tiene mucho que ofrecer, y si te gusta el metal extremo lisa y llanamente así, no vas a decepcionarte bajo ningún concepto.