Àara “Eigher” 2024
Un año después de terminar con el lanzamiento de una trilogía de álbumes basados en la novela gótica filosófica del siglo XIX de Charles Maturin, Melmoth the Wanderer, la banda suiza de black metal Àara regresa con otro trabajo fuertemente conceptual pero diferente.
La banda está compuesta por Fluss (voz/letra), Berg (instrumentos) y Jöschu Käser (batería).
Trabajaron duramente para la creación del álbum Eiger. Este título sugiere una obra cuyo punto central es uno de los hitos naturales más imponentes de Suiza y, específicamente, una expedición de 1936 que condujo a la desaparición y presunta muerte de cuatro jóvenes montañeros que intentaban escalar la infame cara norte de la montaña.
Àara suena como una banda liberada y exultante por ello.
La música es esencialmente la misma que antes: black metal expansivo, grandioso y atmosférico con voces guturales.
Vamos a desglosar el nuevo álbum de los suizos Àara llamado Eiger, con su black metal atmosférico, formados en Berna, Suiza, en 2018.

Aunque no tiene nada que se acerque a la escena del black metal casi industrial de Noruega y los países nórdicos, Suiza ha sido durante mucho tiempo el hogar de algunas de las bandas de black metal más interesantes. Quizás no sea sorprendente, ya que Hellhammer y Celtic Frost se encuentran entre los creadores más importantes del género.
Bandas como Samael, Schammasch y Zeal & Ardor han creado música que se ajusta a los límites del black metal y al mismo tiempo los expande en temas poco ortodoxos.
En comparación con esos artistas, la música de Àara no se aleja mucho del territorio estándar del “black metal épico”.
La apertura “Die Das Wilde Wetter Fängt” (“Empieza el clima salvaje”), una pista de más de nueve minutos con un inicio a base de música de suspenso y ruido de viento con un pasaje hablado, dan paso a riffs furiosos.
Con un equilibrio perfecto entre melodía y agresividad, gran parte de esto se logra con la velocidad de la batería.
El enfoque melódico de Berg se ve compensado por Fluss, cuya voz tiene el chillido intenso, casi parecido al de un pájaro, de Hat en el primer álbum de Gorgoroth.
El ambiente que crea una guitarra acústica en solitario da esa sensación de suspenso o de lucha contra las adversidades.
Los cambios de tempos sostenidos por bases melódicas aportan una interesante variedad a la canción, que finaliza con la guitarra acústica mencionada anteriormente junto al ruido de viento.
El segundo track, “Senkrechte Welten” (“Mundos verticales”), son siete minutos que fluctúan entre un toque melódico casi festivo en la introducción y una delicadeza en los pasajes acústicos limpios.
En dichos pasajes acústicos se escuchan ruidos de metales que se van clavando sobre el hielo de la montaña (el centro lírico del álbum).
Con batería a medio tiempo y riffs que se acercan al death metal melódico, dan paso a la voz intensa y gruñida de Fluss, que mejora el impacto general del tema.
Le sigue “Felsensang” (“Canción de roca”) con un riff lento y una melodía a base de guitarra acústica que prepara el terreno para lo que quizá sea el mejor tema del álbum.
El tema sube en agresividad sin perder la melodía y realizando cambios rítmicos que le dan un sonido de black progresivo y veloz.
La excelente melodía de la guitarra acústica crea ese clima de tristeza y soledad en la montaña.
En esta canción, hay mucha variedad de tempos y melodías.
El cuarto tema, “Todesbiwak” (“Vivac de la muerte”), tiene una hermosa introducción y una fluctuación entre sonidos brillantes y algunos de los riffs más rápidos y feroces del álbum.
Es una canción que contiene muy buenos arreglos de guitarras y donde Fluss juega un papel crucial con su voz, llevándola a una desesperación total.
La canción nuevamente, como en temas anteriores, tiene un corte donde aparece la guitarra acústica acompañada por una excelente interpretación de la batería para luego regresar a la ferocidad del tema y terminar con un sonido melódico.

El tema número cinco, “Der Wahnsinn Dort Im Abgrund” (“La locura allí en el abismo”), se refugia en un black metal más clásico, aunque sin perder esas melodías tristes y/o oscuras.
Reiteran la fórmula de bajar la intensidad en la mitad de la canción con sonidos melódicos, siempre a base de guitarras acústicas, creando un clima de desamparo en medio de la inmensidad.
Aparece el ruido del viento y voces de exclamación.
Una rítmica a base de machaques de guitarra nos lleva al sonido inicial de la canción.
La pista número seis, “Zurück Zur Roten Fluh” (“De vuelta al río rojo”), comienza con un estilo brutal de black metal.
Mantiene un ritmo constante, con cambios de tiempos en la batería.
Promediando la canción, vuelven a utilizar la fórmula de crear suspenso con guitarras acústicas para luego terminar con fuerza y velocidad.
Fluss aporta su voz característica, dándole un toque especial a la canción.
Le sigue “Grausig Ist Der Blick” (“La mirada es horrible”) con un inicio de ruido de viento (nuevamente) y un riff de guitarra pausado al que se suma la batería a medio tiempo con el bombo a gran velocidad.
La intención es crear un clima de soledad e incertidumbre, utilizando la fórmula de la guitarra acústica.
En este tema destacan las melodías de guitarras distorsionadas.
Termina a medio tiempo con hermosas melodías y un riff de guitarra distorsionada que simula un final.
El último tema, “Alptraum” (“Pesadilla”), dura ocho minutos y es puro black metal.
Comienza con ruido de viento y una guitarra acústica para luego pasar a riffs rápidos impulsados por la batería feroz y precisa de J., recordando en cierto modo a Burzum.
Al final del tema, las guitarras pesadas dan paso a una guitarra acústica que suena triste y melancólica, acompañada por el ruido del viento y voces murmuradas. Da la sensación de estar al final de un viaje doloroso.
El álbum Eiger de Aara logra combinar muy bien la belleza de las melodías con la fuerza y agresividad de la banda. Desde que se formaron en 2018, han mantenido un ritmo constante, lanzando un álbum por año. Este es el sexto de su carrera.
La mayor parte de Eiger fue compuesta entre 2022 y 2023 por Berg, quien se encarga de la música y los instrumentos, y Fluss, responsable de las letras y la voz. En este disco también participa J (Jöschu Käser), quien toca la batería, las guitarras acústicas y se ocupó de la mezcla y masterización del álbum.
El nombre del disco proviene de la montaña Eiger, de 3967 metros de altura, ubicada en los Alpes de Berna. Es conocida por sus peligrosas condiciones y porque al menos 64 escaladores han muerto intentando llegar a la cima por su cara norte, lo que le ha valido el apodo de “Mordwand” o “Muro del Asesinato”.
El álbum cuenta la historia de un intento fallido de diez escaladores austríacos y alemanes por llegar a la cima. Uno de ellos murió durante un entrenamiento antes de que comenzara la expedición, y otros cinco tuvieron que regresar por el mal tiempo. Los cuatro que siguieron murieron trágicamente: tres en una avalancha y el último congelado, muy cerca de un grupo de guías que iban a rescatarlo.
El disco dura 55 minutos y tiene ocho canciones. Se lanzó el 6 de diciembre de 2024 a través del sello francés Debemur Morti Productions. Aunque no ofrece muchas sorpresas a nivel musical, es un álbum agradable de escuchar, con buenos climas y una variedad interesante de black metal atmosférico.
Aara logra transmitir con su música la sensación de frío y peligro de la montaña, combinando emoción y fuerza en un álbum muy bien logrado.
Reseña: Ezequiel Corsi