THE HALO EFFECT “March of the unheard”
No caben dudas que una de las mayores sorpresas de los últimos años para los nostálgicos fans de la escuela de Gotemburgo (me incluyo) fue la formación del proyecto llamado THE HALO EFFECT, allá por el 2021, por lo menos el año donde salió a la luz su primer single “Shadowminds”, precediendo una notable carta de presentación como lo fue Days of the Lost (2022), que a mi parecer tenía una mezcla sólida y un sonido contundente, pero la propuesta final como un conjunto de canciones fue un poco débil y hasta dubitativa, aunque cumpliendo. Quizás uno de los “daños colaterales” que más rescato de este lanzamiento, fue un catalizador para que los míticos IN FLAMES se alinearan un poco más a su historia con la publicación de Foregone, tras un muy flojo y desencajado I, the mask, si bien ninguno de los participantes del actual disco tienen que ver con la composición del anterior.
Para quienes aún no conocen, THE HALO EFFECT es una banda creada por los ex IN FLAMES, Niclas Engelin, Peter Iwers, Jesper Strömblad y Daniel Svensson, en la armada instrumental, sumándose quizás a uno de los mejores y más versátiles vocalistas del metal, como lo es el líder de de DARK TRANQUILLITY, Mikael Stanne, y cuya premisa fundamental y principal es volver a sus raíces y recuperar ese death metal melódico más primigenio que forjaron a principios de los 90’s, y que fue tan determinante para el advenimiento de muchos de los estandartes de metal moderno actual. Esta nueva placa, titulada March of the unheard, ha mejorado notablemente lo que antes sugirieron, ya que la idea es la misma, pero ahora nos topamos con canciones mejor estructuradas, más firmes y frontales, y que son gancheras de una forma muy eficiente, como sucede desde la misma apertura con “Conspire to deceive”, “Detonate” o “A death that becomes us”, que tranquilamente podrían haber formado parte de Clayman o de Colony. Y es lógico que, en lo instrumental, tenga muchísimo de la mejor era de IN FLAMES, considerando los músicos que la comandan, destacándose muchísimo el trabajo de las guitarras que son las estrellas de este disco, con mucho énfasis en las melodías y solos pero que son cortadas de forma muy eficaz por las partes más trepidantes y agresivas que se puedan encontrar, sin salirnos del mote del melodeath. Un claro ejemplo de este “mano a mano” lo tenemos en la primera mitad del disco, con una “Cruel Perception” que hace una gran apuesta a la melodía cristalina comandando la canción, con mayor énfasis en los teclados que terminan de coronar una deliciosa mezcla de melancolía con oscuridad, pero que instantáneamente sigue una cruda y frontal “What We Become” más cruda y directa, con un riffeo intenso y llevándonos hacia el lado más death metal en su máxima expresión, donde los teclados ahora quedan más relegados al fondo en el estribillo pero logran darle más textura a la canción, y las guitarras vuelven a darnos un amplio registro de melodías sin perder esa agresividad.
La incorporación del vocalista de DARK TRANQUILLITY y hoy también esgrimiendo un interesante repertorio en CEMETERY SKYLINE, como ya mencioné, es una sabia decisión ya que, si bien no explotaron el 100% de su variedad, hace uso de su lado más explosivo, guardando su voz melódica para dos ocasiones pero que quedaron de forma magistral: la primera de ellas siendo “Forever Astray”, con idéntica fórmula a lo que veníamos transitando, un poco más trepidante quizás, y con las mencionadas líneas en los estribillos, que son breves pero contundentes “What we ask from one another / And in honesty we’re lost without / It’s not the light, it’s truly the fire / we are led forever astray”, pero que en el último pasaje, a dúo con un épico punteo de guitarra le da un aire de grandeza muy distintivo. Sin respiro alguno prosigue “Between Directions”, con un riffeo intenso y apocalíptico, y el soberbio agregado de instrumentos orquestales para darle un dramatismo distinto, que junto a las voces limpias ayudan a enfatizar esa teatralidad de una canción que habla de una pérdida de sentido e identidad y que cierra de la misma forma que inició, coronando un segmento que es de los mejores pasajes del disco por escándalo.
Este magistral disco cierra con la instrumental “Coda”, decisión artìstica que quizás no comparto demasiado pero cumple de forma sútil, trayendo nuevamente la orquestación de “Between Directions”, además de hacer un guiño musical al sexto tema, de forma más relajada que sirve de broche de oro. March of the undead llega para revalidar y fortalecer esta agrupación que ya demuestran que saben cuál es la fórmula, no sé si del éxito, eso el tiempo lo dirá, pero si de como hacer una soberbia actuación y un gran disco de death metal melódico, ya que nadie tiene dudas que no han descubierto la pólvora pero han realizado un soberbio ejercicio de nostalgia y de virtuosismo, que hará de este un disco imprescindible en la enciclopedia de este movimiento.