Niviane “Queen Of Phantoms” (2025)
Bandas como Niviane, son muy bien acogidas en la industria del metal, no sólo por su calidad musical, sino también por ese interés de querer febrilmente fusionar diversos subgéneros, en su caso serían el heavy, el power y el thrash metal. Su primer álbum “The Druid King” (2017) parecía ser un disco de power metal con tintes folk, porque eso representaba su encantadora portada, pero en realidad creo que fue el disco más sucio y duro en cuanto a sonido, con cúmulos rítmicos ásperos y agresivos, pareciéndose mucho a Iced Earth, solo que con algunos momentos de lucidez técnica que desembocó en los momentos más power de dicho álbum.
El haber incorporado términos musicales más técnicos en la segunda obra “The Ruthless Divine” (2020), sirvió para que los estadounidenses obtuvieran un sonido más pulido, pero creo que su tercera obra “Queen Of Phantoms”, es la consolidación de la banda como tal, pues a mi criterio dejan de lado la experimentación, para plasmar un sonido con más personalidad, fusionando los mejores fragmentos de sus dos obras anteriores, para dar vida a temas que se disfrutan desde una perspectiva metalera, evocando una vivaz y versátil ambientación influenciada a cabalidad por bandas como Iced Earth y Grave Digger, sobreponiendo con calidad todos los elementos musicales que Niviane, sabe manejar con salvajismo, riffs punzantes que sucumben con él estribillo descomunal del thrash metal, las voces de un Norman Skinner, que cambian repentinamente de agónicas y rasgadas a melódicas, sin dejar de lado el aspecto técnico que se ve con mayor frecuencia a la hora de interpretar unos solos de guitarra, que siempre tienen un brío excepcional. La entrada al disco la hace la principal “Queen Of Phantoms” la tiene los elementos musicales que se necesitan para ser una canción impresionante de poco más de cuatro minutos, la fusión de heavy y thrash metal es monumental y la voz de Norman, es imponente y versátil ya que puede imponer el timbre agudo de Rob Halford (Judas Priest), y pasar a uno más demoníaco en cuestión de segundos, acoplándose bien con los momentos misteriosos de la canción y aportando una buena dosis de dramatismo.Uno de los platos fuertes del disco es “12 BC Legions” una pista que destaca por esa mezcla de melodía moderna de teclados con una base de heavy power metal noventera, que recuerda a bandas como Brainstorm y Grave Digger.

El halo atmosférico es más oscuro en “12 BC Germania” la que empieza con un sonido de marcha, para después desplegar unos acordes que a primera vista se parecen al heavy metal, de Judas Priest, pero poco a poco va adquiriendo un sonido más atmosférico, con coros agónicos que parecen estar recitando un maligno conjuro. Cabe destacar nuevamente esos solos de guitarra de Mark Miner, que te dejarán helado como un témpano. Otra canción potente nos acecha con “Beacon In The Darkness” una buena pieza intratable con un dúo de guitarras impresionantes que divagan por ritmos turbulentos, pero que también nos regalan momentos neoclásicos. Pieza de alto nivel compositivo que destaca por la furia guitarrera y esa desafiante mezcla de thrash y speed metal.
Lo más cercano al sonido de Iced Earth, lo veremos en “Some Wounds… Never Heal” ya que mezcla duro heavy metal con esos versos aparentemente deprimentes, agregando tras el estribillo unas discretas y sombrías orquestaciones que no por estar semi ocultas en la mezcla dejan de causar impacto. La siguiente “All Debts Repaid” igualmente tiene unos aires de desolación, que se quedan en segundo plano tras el arranque de un pesado riff ochentero, aquí Norman Skinner, demuestra sus habilidades vocales, pareciéndose demasiado al mismísimo Matt Barlow.
El perfil de “Tomorrow’s A New Day” es más heavy que los escuchados anteriormente, con el dueto de guitarristas Mark Miner y Gary Tarplee, que saben cómo colorear las páginas de esta canción con sus densos y espesos riffs. Aunque el tema no es malo, al final el estribillo me pareció un poco desangelado. La macabra “Event Horizon” es determinante y dictamina un sonido ensordecedor, muy al estilo de Grave Digger, plagada de riffs cañeros y destructivos, contando con un estribillo que te taladra el cerebro sin piedad, con esos fraseos catastróficos.
Tal vez la canción más simple sea “Our Maze” la que nos introduce a un laberinto de sombras y luz, pues es un tema que encapsula plenamente ese sonido impuro del heavy metal noventero, enraizado a un ritmo medio con golpes bien marcados en la batería y lo mejor de todo, son esos solos de guitarra que marcan un desenlace más intenso, parecido a los del “The Druid King”. Mi favorita es “Gunslingers And Graves” porque Niviane, mete el pie al acelerador en un tema que si bien disfrutarán los amantes del speed/power, también lo harán los fans del thrash, porque esta potente ensalada musical, tiene diversos condimentos, tales como riffeo rasgado como el de las bandas de los noventa, pero con una técnica muy puntual, coros muy atractivos y una base rítmica descomunal.
El tema final es bestial porque “Under Black Flags” aunque empieza de manera blanda, no tarda en arrastrarnos con riffs thrashers, atemorizantes y un ambiente sombrío, aunado a la voz desgarradora de Norman Skinner, que pareciera salir del mismo inframundo. Un tema que termina con el tercer álbum de la manera más oscura.
Con todo su potencial, los americanos han sabido tomar lo mejor de sus dos discos anteriores, para crear “Queen Of Phantom”, una obra literalmente aplastante, que muestra la cara más agresiva de Niviane, con un puñado de canciones potentes e infernales, pero está vez creo que se les ha pasado la mano con la fiereza de sus notas, porque este es un álbum más orientado al thrash metal con menos destellos power, que deja claro que la banda ha dejado de experimentar y por fin ha encontrado un sonido propio, que de por sí es el más pesado y elaborado de su discografía. Así que mi puntuación para este álbum es de 8/10.
Reseña: Alessandro Power