OBÚS hizo temblar El Teatrito: 45 años y pura pólvora en Buenos Aires
Costó 45 años, pero al fin se dio: OBÚS, uno de los pilares del heavy metal español, pisó Buenos Aires y demostró por qué sigue siendo leyenda viva. Con Fortu Sánchez desbordando carisma y energía de principio a fin, y Paco Laguna tirando riffs como si tuviera veinte años, la banda metió un show demoledor en El Teatrito el pasado 3 de julio.
La noche arrancó con bandas soporte bien al palo: Viatorem Astra y Ojos Negros no llegamos a verlos (cosas que pasan), pero Maligno se encargó de sacar chispas con su heavy metal bien clásico, de esos que te golpean directo al pecho. Y Velocidad 22 se llevó todos los aplausos: Paul Divano al frente, speed metal de vieja escuela a toda máquina, quilombo de violas solucionado en vivo y un nivel de entrega que dejó a todos cebadísimos. Pura actitud y profesionalismo, el mejor aperitivo para lo que se venía.
Y cuando OBÚS salió a escena, El Teatrito explotó: abrieron con “Necesito Más” y la máquina no paró. Desfilaron temazos como “La raya”, “El que más”, “Juego sucio”, “Va a estallar el Obús”, “Dinero, dinero”, “Vamos muy bien”, hasta cerrar con “Pesadilla nuclear” y “Solo lo hago en mi moto“. Todo tocado con una precisión y una energía que parecen desafiar el paso del tiempo.
Fortu es un frontman imparable: se tiró al público, hizo la vertical en pleno show y su voz sigue intacta, igual de filosa y potente que siempre. Ya lo había contado en la entrevista que le hicimos: todo es cuestión de disciplina y amor por el metal. Y arriba del escenario lo demostró de sobra.
Fue un show intenso, cargado de hits, sudor y unión metalera. El público cantó, saltó y se fue a la casa con una sonrisa gigante y un cuello destruido de tanto headbang.
OBÚS hizo historia, punto. Primer show en Argentina y una clase de heavy metal como se debe: directo, potente y sin caretaje. Que vuelvan cuando quieran, porque acá hay garganta y cuellos para rato.
Agradecemos a Icarus Music y a Marcela Scorca
PH: Gonzalo Soutric









