A.N.I.M.A.L. incendió el Vorterix con “Legado” y una lluvia de clásicos
¿Frío polar en Capital? Sí. ¿Gente temblando? Para nada. El sábado 21 de junio, A.N.I.M.A.L. transformó el Vorterix en una caldera y le regaló a su público una noche que mezcló historia, pogo y mucha emoción.
Todo arrancó temprano con Avernal, que hizo lo que mejor sabe: repartir piñas sonoras con temas como La tormenta después de la calma, El ungido, Carne para las bestias y Alquimia. Nada mejor para calentar cuerpos y cuellos. Con su sonido sucio, oscuro y demoledor,si alguien entró frío, Avernal se ocupó de dejarlo listo para el quilombo.
A las 21:15, Andrés Giménez, Titi Lapolla y Marcelo Castro salieron a escena como una aplanadora. Se despacharon casi todo el nuevo disco, LEGADO, (menos Llamado Primitivo), dejando claro que esta etapa de la banda es pura vuelta a las raíces. Hasta filmaron en vivo Fraternidad, y el lugar explotó.
Giménez se mostró como siempre: capo total, carismático, tirando buena onda y empujando a todos a gritar cada estribillo. El bajo de Titi y la batería de Marcelo sostuvieron todo con una base que no da respiro: precisión y potencia para sacudir todo a su paso.
En la segunda mitad llegó la parte que nadie quería perderse: los himnos de siempre. Loco Pro, Sol, Familia… Vorterix temblaba. Y como si fuera poco, se sumaron invitados que levantaron la noche un par de niveles: Leon de NVLO, Darlo Todo y Knario de Plan 4 dejaron su marca con Más Cabezas para tu Pared, Combativo y El nuevo camino del hombre.
Para cerrar, la trinidad final: Revolución, Solo por ser Indios y el pogo infernal de Coop Killer que tiró abajo las paredes. Afuera hacía un frío que cortaba, pero adentro A.N.I.M.A.L. demostró que sigue más vivo que nunca y que su legado está más fuerte que nunca.
Agradecemos a Paula Alberti
PH: Gonzalo Soutric