“Furia Metal Fest 2025: Un Día de Metal, Tormentas y Resiliencia”
El segundo día del Furia Metal Fest 2025 en Zárate estuvo marcado por una intensidad arrolladora, con bandas de todo el país y el extranjero entregando lo mejor de sí ante un público encendido. Sin embargo, la jornada no solo se destacó por su poder musical, sino también por la prueba de resistencia que impuso el clima, poniendo a prueba la organización y la pasión de los asistentes.
Desde temprano, el festival prometía una diversidad de sonidos y estilos que mantendrían la energía en alto. Black Zirice, desde Córdoba, inauguró el escenario indoor, con su metalcore de voces limpias y guturales, logrando una recepción muy positiva. Luego, Del Pantano sumergió a la audiencia en un doom metal denso y oscuro, con un sonido envolvente que transportó a todos a los orígenes del metal donde Sabbath era el que gobernaba.

El hardcore tuvo su estallido con No Moriré de Rodillas, una banda que hizo honor a su nombre y desató una verdadera batalla campal en el moshpit. Bautizó el escenario Indoor como “Destrucción” y con letras contestatarias y una ejecución agresiva, su set culminó con una versión feroz de Polícia de Titãs, que incendió al público.
Más tarde, desde Chubut, Martir llegó con una propuesta de death/thrash que no dejó respiro. Con una base rítmica precisa y una ejecución milimétrica, demostraron por qué son una de las bandas emergentes más prometedoras de la escena. Su presentación fue un golpe directo al pecho, y muchos asistentes que no los conocían quedaron sorprendidos con su fiereza.
Uno de los momentos más intensos del primer tramo del festival vino de la mano de Necratal, una banda de thrash metal con un sonido que remite a la vieja escuela, pero con una frescura propia. Su vocalista, con una energía imparable, se movió de un lado a otro del escenario, logrando una conexión inmediata con el público. Entre riffs afilados y solos veloces, dejaron en claro que su propuesta es ideal para los amantes del thrash clásico.
El festival siguió creciendo en intensidad con la llegada de Backbone, representantes del death metal técnico chaqueño, quienes celebraron su décimo aniversario presentando su disco Ominous. Desde Uruguay, Ritual de Nacimiento trajo un death melódico de altísimo nivel, que conquistó rápidamente al público.

La jornada tomó un giro hacia el heavy metal y hard rock con Arpeghy, una banda que aportó frescura y un sonido diferente al evento. Con Diego Solís en guitarra y Mariano Middleton en la voz, lograron conquistar al público con melodías potentes y estribillos pegadizos.
A continuación, el thrash metal técnico se hizo presente con Undermine, una propuesta que sorprendió por la precisión y brutalidad de su ejecución. El cuarteto desplegó una combinación de velocidad y complejidad rítmica que dejó en claro su alto nivel musical.
Justo antes de que el temporal irrumpiera en el festival, los cordobeses de Mortuorial Eclipse desataron toda la furia de su blackened death metal. Con sus cuerpos pintados al mejor estilo Behemoth y una presencia avasallante, entregaron un show hipnótico, donde la brutalidad sonora se combinó con una estética oscura y ritualista. Su set fue una experiencia inmersiva que envolvió al público en un caos absoluto.
Cuando la jornada avanzaba con un clima inmejorable en lo musical, la naturaleza decidió poner a prueba al Furia Metal Fest. Un fuerte temporal alcanzó la zona del festival y obligó a interrumpir la actividad durante varias horas. La organización actuó con rapidez y logró resguardar tanto a las bandas como a los asistentes, mientras la incertidumbre crecía.

Tras algunas horas de espera y con la incertidumbre en el aire, el festival logró reanudarse, y lo hizo de la mejor manera posible: Velocidad 22 retomó la actividad con un show explosivo. Su speed metal arrollador, con Paul Divano al frente, fue la dosis de adrenalina que el público necesitaba. La velocidad de las guitarras y la intensidad de la batería lograron que el festival recuperara su ritmo en cuestión de minutos.
Uno de los regresos más esperados fue el de Osamenta, quienes volvieron a los escenarios tras cinco años de ausencia. Su thrash/death visceral encendió a los más fanáticos del género, y el pogo no tardó en explotar. La banda demostró que, a pesar del tiempo fuera, sigue teniendo la potencia y brutalidad que la caracteriza.
El power metal también tuvo su espacio en esta segunda jornada con Azeroth, una banda histórica que no dio respiro. Con un sonido pulido y una puesta en escena que encajó perfectamente con la épica de sus canciones, repasaron clásicos como La Salida, Más Allá del Caos y Campaña al Desierto, logrando un momento de gran comunión con el público.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con la presentación de V.I.D.A., banda organizadora del festival. Era increibles verlos en el escenario después de todo lo que había batallado durante el día. Su actuación no solo fue una demostración de talento y entrega, sino también un reconocimiento a todo el esfuerzo que hicieron para que el evento se llevara a cabo. La ovación del público dejó en claro el respeto y admiración que se ganaron.
El cierre de la jornada fue épico: Nepal, con una formación de lujo compuesta por Larry Zavala, Beto Vázquez, Javier Bagalá y Adrián Esposito, llevó a los presentes a un viaje por la historia del metal argentino, repasando sus tres icónicos discos y dejando un broche de oro a una jornada inolvidable.
A pesar del desafío que impuso el clima, el Furia Metal Fest 2025 se consolidó como uno de los eventos más importantes del país. La entrega del público, la garra de cada banda y el trabajo incansable de la organización hicieron que esta segunda jornada quedara en la memoria de todos los presentes.

Lamentablemente, debido a las condiciones climáticas y las dificultades que esto generó, no pudimos quedarnos para la jornada del tercer día. Nos duele no haber podido cubrir el cierre del festival, pero sabemos que el metal se impuso sobre la adversidad y que cada banda dio lo mejor de sí.
Un agradecimiento especial a V.I.D.A., a toda la organización y a Gaby Sisti y Pablo Noguera por su predisposición y colaboración en el festival.
El metal no se detiene. Lastima que tenemos que esperar 365 dias !!!