Black & Damned – “Resurrection” (2025)
Hoy es turno de enfocarnos en el sur de Alemania, para poner la mirada fijamente en el gran trabajo que está realizando la banda fundada por el guitarrista Michael Vetter y el vocalista Roland Seidel, que lleva por nombre Black & Damned. La idea de este combo teutón es clara, pues tiene la intención de cubrir cada rincón con la densa y fría niebla del heavy metal, utilizando la influencia de legendarias bandas como, Black Sabbath, Iron Maiden y los sonidos melódicos y carismáticos de Helloween, una fusión musical que no ha sorprendido a nadie, pero que al final del día les ha dado buenos dividendos y eso se ha visto reflejado en sus obras “Heavenly Creatures” (2021) y “Servants Of The Devil” (2023).
Para su tercera obra no cambian la fórmula, lo germanos vienen dispuestos a seguir construyendo un santuario metalero con su tercer obra “Resurrection”, el cual lo veo más melódico que sus dos discos anteriores, pues aunque la vorágine de sus riffs sigue siendo pesada y oscura, los teclados brindan un sonido tétrico que aporta un estribillo más light, por así decirlo, eso hace que haya un perfecto equilibrio entre lo metálico y lo melódico, haciendo que las composiciones sean un tipo de claroscuro que por momentos te abren las puertas del cielo y repentinamente te arrastran al infierno.La que abre el telón es “Silence Breaker” fácilmente una de las mejores del disco, no tan impresionante pero con una lluvia de riffs heavys que marcan el camino a seguir y un saborcillo a Primal Fear, que se logra percibir en los versos. Un tema compacto bien elaborado con elementos pesados y melódicos, que unidos a la personalísima voz de Roland Seidel, crean un torbellino musical intenso. En la segunda pieza “Ruthless Wrath” los Black & Damned, se comportan como una descomunal máquina de heavy metal empastada con un sonido demoledor en el que destacan a la perfección cada uno de los instrumentos, pero sobre todo esas lacerantes guitarras y unos coros muy enérgicos.

La exótica y bien maquillada “Red Heavens” empieza de manera acústica con una ambientación oriental, para luego explotar con un riff eléctrico acompañado del resto de instrumentos, las guitarras de Aki Reissmann y Michael Vetter, son tremendamente sólidas, pero no exentas de melodía, de hecho diría que esta es una de las señas de identidad de los alemanes, potencia y melodía a raudales. la exquisita técnica de los guitarras se evidencia en “Bound By The Moon” un tema de puro heavy metal pero algo más melódico debido a los sonidos de teclado que van suavizado una base rítmica impecable y la voz de Roland Seidel, que aporta registros variados con ciertos dejes a Brainstorm, en pasajes concretos.
Los teclados vuelven a tener cierta incidencia en “Circle Of Amnesia” otra muestra de poderío por parte de los alemanes, en la que destaca su fantástico estribillo secundado por un riff fabuloso menos rabioso y un Alex Winkler, a la batería que lo lleva en un compás medio, tónica que se da a lo largo de todo el tema. La canción con más elementos sinfónicos es “Injustice” una composición con una voz robusta y melódica que se mantiene en un mediotiempo sobresaliente con tintes orquestales de primer nivel, que puede recordar a gente como Iron Fire y Primal Fear, en su faceta más melódica.
Los germanos imprime fuerza rasgando con rabia en “Searing Flames” ardiente pieza comandada por la rabiosa voz del señor Seidel y secundada por unas guitarras que derrochan caña pura, en una de los temas más veloces, puro B&D, nuevamente brillando todos los músicos, sin duda de mis favoritas. Notas oscuras cubren a “Shadows” la que empieza muy a lo Black Sabbath, para después cargarse sobre la tenebrosa interpretación del vocalista Seidel, a partir de ahí el tema cobra un aspecto heavy metalero sombrío muy destacado.
Una voz más aguda se desata en “Reborn In Solitude” el tema más power del disco, otra maravilla, rápido y contundente, que posee uno de los mejores estribillos del plástico, tremendamente poderoso, con una rítmica durísima que me cautiva por confluir en ella varias influencias, tales como la de Brainstorm y Primal Fear. La última pieza “Navigate Me To The Sun” suena como si fuese el Helloween del “The Dark Ride” (2000), con riffs más calmados y unos coros cargados de melancolía. Pieza que desciende gradualmente el ritmo, aunque no por ello pierde calidad, dado a que en el puente y el estribillo gana enteros gracias a los melódicos coros.
Conclusión: Cómo siempre, se esperan grandes cosas de una banda alemana de heavy metal y Black &,Damned, no nos ha decepcionado en lo absoluto, porque ha marcado un disco conciso y sólido, con los estándares del heavy metal bien definidos, sin inventar nada, simplemente siguiendo los parámetros de sus dos álbumes anteriores. Otro punto importante es que los teclados han ganado más terreno en esta obra, haciendo que “Resurrection” se convierta en el trabajo más melódico hasta la fecha. Así que la puntuación para este álbum es de 8/10.
Reseña: Alessandro Power