Thy Art is Murder desató una tormenta deathcore en Groove
El 11 de diciembre, Thy Art is Murder aterrizó en Groove con una presentación demoledora que, aunque no llenó el lugar, hizo temblar el recinto con pura potencia. Originalmente, la gira también iba a contar con Whitechapel, uno de los pilares del deathcore de los 2000, pero la banda tuvo que bajarse debido a los problemas de salud mental de su vocalista, Phil Bozeman. Sin embargo, eso no impidió que la noche fuera pura entrega y destrucción.
La noche arrancó con NVLO, una de las bandas más destacadas del deathcore nacional. Venían de romperla en el Teatro Flores apenas unos días atrás, y el público estaba completamente hambriento por volver a verlos. La respuesta fue instantánea: pogos, gritos y una energía desbordante que dejó en claro el gran momento que atraviesan.
La entrada de Thy Art fue todo un show. Mientras sonaba “We Like To Party” de los Venga Boys (sí, los Venga Boys), las luces coloridas iluminaban el escenario y los músicos se iban haciendo presentes. Pero de repente: silencio y oscuridad total. Ahí arrancó el descontrol con “Destroyer of Dreams”, del último álbum Godlike.
El setlist fue una sucesión de golpes directos: “Blood Throne” encendió el primer circle pit frenético, mientras el nuevo vocalista Tyler Miller no paraba de arengar al público. Desafiante y enérgico, pedía saltos, gritos y headbangs que transformaron Groove en una verdadera caldera. Temas como “Death Squad Anthem”, “Make America Hate Again” y “Join Me in Armageddon” mantuvieron el nivel bien arriba, y cuando sonó “Holy War”, el pogo fue imparable.
El momento más épico llegó con “Reign of Darkness”, coreado y pogueado con una intensidad al límite. Para cerrar, la banda eligió “Puppet Master”, dejando a todos con ese último breakdown demoledor, la foto grupal de despedida y la promesa de regresar pronto.
Aunque el show fue corto y muchos extrañaron la presencia de Whitechapel, Thy Art is Murder no decepcionó. La banda entregó una presentación sólida, llena de brutalidad y momentos épicos que dejaron a los fanáticos más que satisfechos.
Agradecemos como siempre a Noiseground.
PH: Leandro Barrera