NVLO prendió fuego Flores con la presentación de Noxa

El domingo 16 de noviembre el Teatro de Flores volvió a temblar. NVLO regresó por tercera vez con una fecha propia y esta vez venían con sangre fresca: Noxa, un EP de cuatro temas que ya está agitando todas las aguas. Para completar la noche, se sumaron Disomnia y Pork, dos nombres que no van de adorno: son parte del pulso real de la escena.
Abrir una fecha así es un desafío para cualquiera, pero Disomnia salió con la frente alta y los dientes apretados. Banda joven, sí. Inexperta, para nada. En poco más de un año ya tienen dos discos, un crecimiento tremendo y un sonido cada vez más firme. Presentaron Reconversión hace unos meses y ya largaron “La Sed”, el primer guiño de lo que se viene. Su estilo encaja perfecto con el universo NVLO, así que el arranque fue directo al mentón.
Pork no necesita introducción en ningún escenario. Con años de historia, una identidad inconfundible y una vuelta al ruedo llena de fuerza, dejaron claro por qué siguen siendo referencia. Con César Torelli al frente y la incorporación de Pehuen Berdun en guitarra, la banda está viviendo una segunda vida muy potente. Presentaron “Boca Ancha”, adelanto del próximo disco, y tiraron varios himnos de época que el público de NVLO —pese a ser más joven— recibió como corresponde: respeto, pogo y garganta al límite.

NVLO ya no sorprende: confirma. Donde se paran, arrasan. No importa si es un boliche mínimo o un escenario gigante, la banda funciona como una máquina que no conoce el concepto de “media intensidad”. Y lo más llamativo es lo que generan alrededor: no es un simple público, es un bloque compacto que vibra con la misma frecuencia. En la previa ya se respiraba tensión, esa sensación de “esto va a explotar” que pocas bandas logran despertar.

Apenas se oscureció la sala, el caos tomó forma. La banda salió con todo y el lugar entero entró en movimiento. El set fue un recorrido sólido por todas las etapas del grupo, con momentos fuertes de Nulo y Eclosión, que siguen siendo columnas fundamentales de su identidad. Pero el corazón de la noche estuvo en Noxa: los cuatro tracks sonaron completos, uno tras otro, como un manifiesto recién forjado.
La noche también tuvo invitados que sumaron peso y presencia: Rodrigo Plascencia (Bolo), Iván Suárez y Brian Di Franco (Descarnado), y Cristian Rodríguez (Avernal) pasaron por el escenario para potenciar un show que ya venía incendiado.

En su tercera conquista del Teatro Flores, NVLO dejó claro que no está jugando a ser “la banda del momento”. Con nuevo material, una puesta demoledora y un equipo que mejora fecha tras fecha, están empujando su propio camino a pura determinación. Si mantienen esta marcha, no van a quedar como un recuerdo: van a convertirse en una referencia obligatoria dentro del metal argentino.

Agradecemos a Noiseground

PH: Pentacles.ph