Grave Digger: 45 Años Cavando Más Fuerte que Nunca
Grave Digger volvió a Buenos Aires para festejar 45 años de historia y lo hizo con un show que nos dejó marcado. La lluvia amenazaba, pero a nadie le importó: apenas te acercabas al Teatrito, veías el ejército de metaleros listo para la batalla, cuero mojado, parches brillando, birra en mano. Noche ideal para el quilombo.
Abrieron las chicas de ACIDA, que salieron decididas a romper el hielo a puro death melódico. Sonaron compactas, con actitud y sin pedir permiso. Arranque explosivo.
Después fue el turno de CHEWELCHE, el trío patagónico que dejó en claro por qué acompañó a Iorio en su última etapa. Tres tipos, sonido enorme. Heavy de verdad, directo, golpeador. El Teatrito ya empezaba a levantar temperatura.
La última banda local antes del plato principal fue Lughnasadh La Force, y acá la cosa se transformó en fiesta. Epic Power Metal desde Avellaneda, con Gaby Mónaco llevando la voz al frente. Su puesta en escena fue un espectáculo aparte: espadas, martillos de Thor, estética cuidada y un público que se enganchó al instante. Fue como abrir un portal a otro mundo antes de la tormenta final.
Y entonces llegó el momento: Grave Digger salió a escena con “Twilight of the Gods” y el lugar voló por los aires. Pogo, gritos, una energía de esas que te recuerdan por qué el metal sigue vivo. Chris Boltendahl está intacto; canta con fuerza, maneja al público con maestría y demuestra que los años pasan, pero la pasión no se negocia.
Con “Kingdom of Skulls” y “Under My Flag” el centro del Teatro se volvió una licuadora humana, mientras todos alrededor acompañaban sin bajar un cambio.
Cuando sonaron “The Round Table (Forever)” y la infaltable “Rebellion (The Clans Are Marching)”, la sala entera explotó. Un momento épico, de esos que quedan tatuados.
Para cerrar, volvieron con un encore destructor: “Circle of Witches”, “Witch Hunter” y un “Heavy Metal Breakdown” que dejó a todos exhaustos pero felices. Y aún así, la gente pidió otro más como si recién empezara la noche.
Grave Digger demostró que 45 años no significan nada cuando el fuego sigue encendido. Una velada brutal, sudada y memorable. Heavy metal del que te sacude el alma.
Agradecemos a Icarus Music y Marcela Scorca
PH: Leandro Barrera









