Mark Boals en Buenos Aires: fuego neoclásico en Galpón B

El viernes 26 de septiembre la leyenda viva Mark Boals, una de las voces más icónicas y respetadas del género, volvió a pisar suelo argentino para ofrecer un show que fue pura historia, virtuosismo y emoción.
Con un currículum que incluye bandas como Yngwie Malmsteen’s Rising Force, Uli Jon Roth, Royal Hunt y Ring of Fire, además de su trabajo junto a Ted Nugent y Dokken, Boals llegó acompañado por músicos argentinos de nivel demoledor para recrear piezas inmortales de Trilogy (1986), junto a temas de su carrera solista y de Ring of Fire.

La noche comenzó con Neon Rider y Portals of Glory, dos exponentes locales del hard rock melódico que pusieron a tono al público. Con riffs potentes, estribillos pegadizos y la energía justa, lograron preparar el ambiente y encender la mecha para lo que vendría después: la descarga neoclásica de Boals.

Con el escenario ya listo, los músicos argentinos tomaron posición y las luces marcaron el inicio de la verdadera ceremonia. Los primeros compases de “Rising Force” tronaron y, entre la ovación, apareció Mark Boals con la fuerza intacta. Desde ese momento, Buenos Aires se rindió a sus pies.

Vestido con traje rojo y negro, el vocalista no tardó en lanzar una ráfaga de clásicos: “Liar”, “Fire” y “Queen is in Love”, desplegando una precisión vocal que aún hoy lo mantiene en la élite del género. El momento emotivo llegó con “Magic Mirror”, donde Boals recordó la grabación de aquel disco inmortal, casi cuarenta años atrás.

El clima se volvió más oscuro con “Dark Ages”, hasta que Napoli y compañía se adueñaron del escenario para ejecutar “Black Star”, la obra instrumental de Malmsteen, con absoluta fidelidad y respeto, luego llegaron “Broken Heart”, “Betrayer” y la épica “I Am a Viking”, himnos donde la voz de Boals volvió a demostrar por qué es leyenda.

El viaje no quedó en los ochenta. Boals compartió recuerdos de su infancia y de sus influencias, con Deep Purple en el centro de su formación. Así, Galpón B explotó con “Highway Star” y “Burn”, homenajes que encendieron a la multitud y conectaron a todos con las raíces del hard rock.

El final de la velada fue con el himno absoluto de Trilogy: “You Don’t Remember, I’ll Never Forget”, con teclas al frente y una interpretación cargada de pasión. El público respondió a la altura, sabiendo que había vivido un momento único.

Mark Boals no vino a cumplir una fecha más: vino a revivir una era dorada del heavy metal, a compartir su historia y a demostrar que su voz sigue siendo una de las más poderosas del género. Galpón B fue escenario de una noche que, fiel a la canción, nadie olvidará jamás.

Agradecemos a Anubis Music.

PH: Gabriela Braguzzi