CEMETERY SKYLINE y HÄLLAS en Buenos Aires: “Se desató una violenta tormenta en Buenos Aires”
El pasado sábado 13 de septiembre, Buenos Aires fue el epicentro de una explosión musical internacional de gran nivel. El mítico Uniclub de Abasto abrió sus puertas para recibir a tres propuestas sonoras que prometían una noche inolvidable: la oscuridad de MONTE PALOMAR, directamente desde Rosario pero ya con varios shows en la capital, reafirmando su apuesta a la localía; la aventura espacial de HÄLLAS, que llegaba por primera vez a la Argentina; y la contundencia gótica del supergrupo escandinavo CEMETERY SKYLINE, integrado por grandes figuras del death metal melódico y el black metal. La jornada, que comenzó temprano, se convirtió en un torbellino de emociones y riffs, donde cada banda dejó su huella en un público en su mayoría fiel y expectante desde hacía tiempo. Al ser un double headline show, también había lugar para la expectativa de nuevas experiencias.
Pasadas las 19 hs arrancaba MONTE PALOMAR, quienes afrontaban una difícil tarea por partida doble: abrir una jornada tempranera en un show internacional, con un público metalero que no suele ser ameno con las bandas invitadas, y representar a su provincia siendo oriundos de Santa Fe. Sin embargo, sus recurrentes viajes a Buenos Aires ya los han convertido en locales, más aún con la reciente salida de su disco Nadir, que enaltece aún más su propuesta. Como una virtud de un orden superior, la banda de stoner doom liderada por Sasa Fontana demostró su espíritu resiliente con una música oscura, virtuosa y cargada de espiritualidad.
Desde Suecia llegaba HÄLLAS, con una extravagante propuesta de rock y un show originalmente previsto en Galpón B, junto a otras bandas invitadas. Para quienes no los conocen, el quinteto escandinavo mezcla elementos del rock progresivo, hard rock y heavy metal de los 70, dando como resultado un sonido hipnotizante que muchos definen como adventure rock o space rock. Interpretaron canciones de toda su discografía, iniciando con Birth / Into darkness. Desde el arranque, Tommy Alexandersson destacó por su voz, actitud escénica, manejo del ritmo con su bajo Rickenbacker y su look vintage setentero, marca registrada del grupo. Sin embargo, la banda en general pecó de falta de conexión con el público, con muy poca interacción entre tema y tema, aunque esto no opacó el show. El sonido, en líneas generales, fue muy bueno y nítido, lo que permitió apreciar cada instrumento; un detalle que puede parecer menor, pero que, para alguien como yo que conocía poco la banda, dejó una impresión imborrable. Sin pausas ni bises, recorrieron su discografía en un viaje retrofuturista de space opera, con riffs pesados y teclados Moog. Destacaron Shadow of the templar, Tear of a traitor, Carry on y Star tider, culminando con The astral seer y Hällas, una conclusión perfecta para una noche memorable.
Por último, y tras una considerable espera acentuada por la ausencia de música de fondo, uno a uno fueron saliendo los gigantes escandinavos de CEMETERY SKYLINE, músicos a quienes ya hemos visto desplegar su talento en distintas vertientes del death metal. En esta ocasión desataron una fiesta gótica. El último en salir fue quizá el más querido por la gente, Mikael Stanne, vocalista aquí y en DARK TRANQUILLITY y THE HALO EFFECT, quien dio inicio al set con su himno Behind a lie, seguido de Torn away. A diferencia de los rockeros de HÄLLAS, la banda de metal/rock gótico estableció una conexión innegable con el público, brillando más por su despliegue escénico que por virtuosismo, sin que esto reste mérito a la propuesta que actualmente los lleva de gira por todo el mundo. Se dieron el lujo de tocar el disco completo, aunque en distinto orden. Aprovecharon también para interpretar su nuevo sencillo, estrenado apenas dos semanas antes del show, titulado Nothing from this world, que formará parte de su próximo álbum, actualmente en proceso creativo. Además, se lucieron con un clásico cover de ROY ORBISON: I Drove All Night. Concluyeron la noche con Violent Storm, que desató la euforia general, y que curiosamente incluyó una breve introducción instrumental catalogada como un cover tradicional llamado Konevitsan kirkonkellot, para finalmente cerrar con Alone Together, una elección algo polémica por su medio tiempo en contraste con el hit anterior, pero que igualmente dejó al público completamente satisfecho, con agradecimientos y saludos finales.
La actuación de CEMETERY SKYLINE fue, sin lugar a dudas, impresionante. Demostraron una sólida presencia en el escenario, y la experiencia de sus integrantes se reflejó en la cohesión de cada canción, realzada por un sonido excelente. Personalmente, siento que aportan un aire fresco a una escena gótica que, durante años, ha permanecido anclada en el pasado. CEMETERY SKYLINE capitaliza la trayectoria y experiencia de sus miembros para ofrecer una propuesta innovadora dentro del género, no solo en lo sonoro, sino también en la manera de concebir y trabajar sus shows.
Crónica: Luis Gallucci
Fotografías: Leandro Barrera
Agradecemos a Heresy Metal Media por la acreditación del evento.