¡Asspera presentó su nueva verga en el Teatro Flores y fue ALTO QUILOMBO!

El 14 de junio, el Teatro Flores fue testigo de una noche legendaria, donde la mugre, el pogo, el escabio y la risa se fusionaron en una misa de metal barrial sin filtro. Asspera tiró toda la carne al asador y presentó su nuevo disco con un título más poético que Shakespeare: “Crónica de una verga anunciada”. Y sí, hijos de P…, fue una fiesta.

Desde que abrieron con el temón que da nombre al disco, “Crónica de una verga anunciada”, no hubo pausa. Le siguieron “Cagón” y “El Rey Celular” (que sonó por primera vez en vivo y ya se ganó el corazón del pueblo).

Hubo de todo: pogos asesinos, gente disfrazada, litros de birra, personajes bizarros (algunos en el escenario, otros en el público) y una cantidad absurda de invitados, como para hacer una mesa navideña de metal extremo.

Pasaron joyitas como “Si ya sé” y un cover versión “Asspera dice presente en Cosquín” de “Jijiji”, con los coros delirantes de el Dino Garca, el Indio Soldati y el Rubio Salvaje (que no paró de aparecer en toda la noche, tipo comodín del quilombo).

También hubo armónica, porque sí, en “Sin garantía” apareció el Buitre y clavó unos soplidos que harían llorar a Pappo. Y si pensabas que eso era raro, aguantá: “Me cago” vino con Rockardo Asspero gritando como si hubiera pisado una chinche y “El barrio proveerá” explotó con la guitarra criminal del Rubio. ¡Qué noche, Tete!

¿Querías covers raros? “Aserejé / Pedro”, con el Papasspero Roberto Carlitus II, rompió todo. Medio boliche cantando Las Ketchup y Rafaella Carrá como si fueran Sepultura. Alta mezcla.

Entre tanta mugre también debutó en vivo el delirante “JesuCripto”, y más tarde sonó “Marolio” con Chowy Fernández, porque el supermercado es la nueva misa del pueblo argentino.

Y para el final… nada de “nos vamos y volvemos”. Acá se quedaron y rompieron todo con “La poneta” (con intro de Korn), “Domination / Lloviendo estrellas”, “Violeta”, “La motito de Carlitos”, “El hijo de Cuca” y el infaltable “Pogo al corazón”, con todo el Teatro Flores cantando a los gritos, sudados y felices.

Asspera volvió a dejar claro que el metal también puede hacerte mear de risa sin perder ni un gramo de potencia. ¡Una noche inolvidable y recontra desquiciada que nos dejó el alma rota y el corazón repleto de pogo!

Agradecemos a Gaby Sisti.

PH: Erika Natalia