FALLUJAH – “Xenotaph”
En el mundo del death metal progresivo y técnico, FALLUJAH es una banda que viene con impacto creciente en esta particular escena últimamente, todo gracias al inmenso talento de sus músico como a sus inigualables estándares artísticos, que expusieron de forma notable en su disco de 2022, Empyrean. Cuando hablamos de ellos, nos referimos a algo que roza lo sobrenatural, ya que es una música que abarca temáticamente conceptos relacionados con la metáfora, la psique y la existencia, envueltos en un lienzo sónico complejo y perturbador; entretejido no solo por artistas, sino por científicos locos, o viajeros conceptuales cuyas valientes aventuras en el subgénero han producido algunas de los discos más aclamados del metal extremo. Desde 2007, FALLUJAH ha sabido escalar los acantilados de su imaginación y ahora se encuentra en un punto de observación muy codiciado por varias bandas actuales, aunque desde ya que no está sola, con exponentes a su lado como RIVERS OF NIHIL, con un tremendo álbum publicado hace casi nada, y OBSCURA, con un muy polémico disco por varias razones hace unos meses, son solo algunos ejemplos por nombrar mis favoritas y que hace poco lanzaron nuevo material.
Para el presente disco, los estadounidenses tienen una formación casi totalmente renovada, con Scott Carstairs continuando como mente maestra y uno de los encargados de las guitarras, a quien se le suma ya de forma estable Sam Mooradian como segunda viola, Kyle Schaefer en voces y programaciones, Evan Brewer en el bajo y Kevin Alexander en batería. Ya entrando en el disco, los sencillos que oficiaron de adelanto, “Kaleidoscopic waves” y “Labyrinth of stone”, parecían indicar que la idea era continuar la senda trazada en Empyrean, cual secuela de una película, retomando justo al final de su predecesora, pero manteniendo su sello distintivo: un balance entre la complejidad técnica de las guitarras, una atmósfera intensa y la mezcla de voces guturales y limpias, que en esta ocasión abundan para terminar de matizar esa sensación de ilusión o de ensueño. Estos elementos son los que diferencian a FALLUJAH de otras bandas de death metal técnico igualmente capacitadas como las que mencioné en el párrafo anterior, por ejemplo. Su más reciente sencillo, “Step through the portal and breathe”, que escuché antes de tener este disco como un todo para mi, ejemplifica la maestría compositiva actual del grupo, combinando habilidad técnica con una melodía progresiva y adictiva. La canción se enfoca en pasajes ambientales más oníricos, con acordes de guitarra a medio tiempo pero más extensos y sostenidos, y solos con abundancia de delay y reverbs pero que se mantienen en la onda de FALLUJAH.

Ya habiendo escuchado todo el disco, creo que la elección de los adelantos fue soberbia, porque supieron adelantar lo justo y necesario del disco, sin spoilear algunas obras maestras que tiene escondidas y por descubrir cuando entras al mundo de Xenotaph, como la ilusoria y espacial “In stars we drown” que pareciera sumergirnos de a poco en este sueño, pero creo que las más poderosas llegan al final, con “The obsidian architect”, un poco la distinta del disco, que presenta una sección única, oscura y futurista, con influencias del synthwave, junto con voces con un sonido industrial procesado que gustaría que exploraran más en futuros discos, ya que es éxito de tech death, con muchos riffs agresivos, baterías contundentes y unas líneas vocales de death metal que explota el lado más podrido de Kyle Schaefer. Por último, la canción homónima cierra el disco de una forma triunfal y contundente, dejando una sensación de cierre muy satisfactoria, además que encapsula a la perfección lo que ellos buscan mostrar en esta nueva era compositiva de la banda, pero hay demasiado para abarcar en un tema que nos pasean por todos los mejores momentos del disco para luego desvanecerse en el éter.
Xenotaph termina siendo una exploración inmersiva y conceptual de la vida, la muerte y una mente humana un tanto delirante. Esta historia de ciencia ficción lleva un poco más allá el concepto de “todo fue un sueño”: hay un parásito interno acecha, guiando visiones y generando epifanías, cual titiritero manipulando una marioneta; la vida y la muerte se revelan como meras ilusiones, se presentan ángeles y el más allá, todas ideas conceptuales apoyadas musicalmente de forma deslumbrante como ellos ya saben pero enfatizando más las voces limpias y secuencias oníricas, pero manteniendo el clásico estilo de FALLUJAH . La composición es brillante y la producción, de una calidad excepcional. De principio a fin, el álbum es sin dudas una experiencia inolvidable, donde la experimentación resulta fructífera, consolidando a Xenotaph como una obra maestra, con un significado profundo para los músicos de la banda y con una conexión emocional que se nota en cada solo, que resultan emotivos, en cada pasaje limpio apasionado y en cada progresión de batería, que pareciera sonar con cierta sensibilidad. No suelo hablar de perfección porque es un estándar irrealizable para cualquier trabajo musical, pero este disco es sin duda muy cercano a ello, quizás demasiado ambicioso o surreal si es tu primer acercamiento a la banda, pero sin dudas es una experiencia valiosa para cualquier aficionado al metal extremo de estas magnitudes experimentales sobre todo.
Agradecemos a Nuclear Blast Records por la facilitación del material.









