The Exploited incendió Groove en su despedida de Argentina
Los escoceses de The Exploited vinieron a despedirse por última vez y lo hicieron como mejor saben: a puro pogo, quilombo y punk sin filtro. En el marco de su gira “The Final Tour”, la banda volvió a Buenos Aires para decir adiós con un recital histórico que desbordó Groove de principio a fin.
La noche comenzó con una sólida presentación de Leila Harlac, que se ganó al público con una serie de covers que repasaron íconos del punk y el rock: “Blitzkrieg Bop” de los Ramones, “Last Caress” de Misfits, “Represión” de Los Violadores, “Bad Reputation” de Joan Jett y “The Kids Aren’t Alright” de The Offspring. Con mucha actitud y entrega, la banda dejó el terreno caliente para lo que venía.
Pero cuando Wattie Buchan y los suyos subieron al escenario, Groove se transformó en una olla a presión. Ya con “Let’s Start a War” de arranque, la gente se volvió loca. El pogo fue inmediato, sin aviso, como si todos supieran que esta era la última chance de ver en vivo a una leyenda. Con “UK 82” el lugar directamente explotó. Viejos punks, pibes jóvenes, todos coreando como si fuera un himno nacional. El público no bajó la intensidad ni un segundo. En “Cop Cars” se gritaron hasta las paredes, y cuando sonó “Fuck the System”, más de uno perdió la voz de tanto escupir bronca al aire. Uno de los momentos más épicos fue cuando alguien del público le tiró una camiseta argentina a Wattie. ¿Qué hizo? Se la puso sin dudar y cantó un tema entero con la celeste y blanca puesta, como si siempre hubiese estado en su armario. Ahí el delirio fue total.
Y por si hacía falta más quilombo, durante “Sex & Violence” invitaron al público a subir al escenario. Se armó un desmadre hermoso: gente abrazando al cantante, bailando, cantando, abrazados como en una fiesta punk privada de 100 personas… pero frente a 1.000.
El cierre llegó con el clásico de clásicos: “Punks Not Dead”. Y no, el punk no está muerto, y si lo estaba, The Exploited vino a revivirlo por última vez en Argentina. La banda se despidió entre aplausos, gritos, sudor y una ovación que no se va a olvidar fácil.
The Exploited dijo adiós con toda la furia y dejó Groove en llamas. El pogo fue constante, la entrega total, y el vínculo con el público argentino quedó sellado para siempre. Porque sí, el adiós puede ser definitivo, pero el recuerdo de una noche como esta es para siempre.
Agradecemos a Nadya Cabrera y Pinhead Record
PH: Thunderph.Gf









