Uriah Heep en Argentina: medio siglo de espera, un abrazo eterno

Esperamos 55 años para esto. Más de medio siglo mirando recitales por YouTube, escuchando vinilos gastados, soñando con ver en vivo a esos gigantes que ayudaron a construir lo que hoy llamamos hard rock. Y finalmente, el 5 de abril de 2025, Uriah Heep tocó en Argentina.

No fue un estadio repleto, ni una producción millonaria. Fue algo mucho más valioso: un encuentro real, íntimo, sentido. En Groove, con luces suaves y caras emocionadas, nos reencontramos con una parte de nuestra historia musical que parecía inalcanzable.

Los encargados de abrir la noche fueron Karkaman, banda local que aportó su energía y dejó el alma en cada tema, como entendiendo el privilegio de compartir escenario con leyendas.

A las 21:30, la emoción explotó. Sonaron los primeros acordes de “Grazed By Heaven” y supimos que estábamos presenciando algo único. El carisma de Bernie Shaw, que se movía con alegría y potencia vocal intacta. La magia de Mick Box, ese guitarrista eterno que acaricia las cuerdas con sabiduría y una sonrisa cálida. Y Russell Gilbrook, que no tocó la batería: la despertó, la habló, la rompió.

Cada canción fue una postal que llevaremos para siempre. Desde “Shadows of Grief” hasta “The Wizard”, de “Gypsy” a “July Morning”, la noche se volvió un viaje. No faltaron las lágrimas, los abrazos entre desconocidos, los celulares grabando con manos temblorosas. Cuando Bernie nos dijo cuánto significaba para ellos tocar por fin en Argentina, sentimos que hablaba desde el alma. No era un show más en la gira. Era un encuentro pendiente, una promesa cumplida.
Y el final fue glorioso: “Sunrise” y “Easy Livin’” nos dejaron sin voz. Pero con el corazón lleno.

Uriah Heep vino, tocó y nos hizo jóvenes otra vez. Nos devolvió esa ilusión que solo la música puede despertar. Y aunque se despidan de los escenarios, sabemos que su fuego va a seguir brillando en cada riff, en cada disco, en cada uno de nosotros.

Agradecemos a Marcela Scorca y a Icarus por confiar en nuestro trabajo.

PH: Ivy