«El ascenso de los caídos – Abbath en Buenos Aires»

Nuevamente tuvimos en nuestro país, a uno de los artistas más influyentes y destacados del universo black metal. Abbath, leyenda viviente del género más oscuro, se presentó en nuestro país, el pasado martes 14 de noviembre, en el ya clásico Teatrito, de la ciudad de Buenos Aires, ante un marco de público, que lejos de darle la espalda a pesar de aquel fatídico suceso que fue su fallida presentación en Noviembre de 2019, se congrego para brindarle todo el aguante que un musico de su trayectoria merece.

Para quien escribe, la tarde de martes comenzaría un tanto “accidentada” y es que una vez mas el traslado hacia la Capital federal, desde la zona norte de la provincia, fue una odisea de un par de horas, cuando idealmente no debería demorarnos mas de 40 minutos el viaje hasta el lugar en cuestión, todo gracias al maldito tráfico de nuestras autopistas desbordadas. Debido a ello, no pudimos llegar a tiempo para presenciar y obtener registro fotográfico de la presentación de Exterminio, una verdadera lástima, por lo que pedimos disculpas a nuestros lectores de antemano.

De hecho, arribamos al local pasada las 20 horas, cuando ya promediaba el show de Climatic Terra, y en este caso, una buena y una mala. La mala, habernos perdido parte del set de la banda, dado al contratiempo mencionado, y la buena, haber podido llegar a tiempo al menos, para poder retratarlos y darnos una idea de lo que había sido el resto de su presentación. Por suerte también para mí, hacia muy poco que había tenido el gusto de poder disfrutar un gran show de ellos, en lo que fue la previa a la presentación de Obscura en Uniclub, hacia pocas semanas atrás. Una banda que no defrauda en su performance y que se muestra con gran solidez sobre el escenario, aunque no así su sonido en esa noche en particular, ya que nuevamente tuvieron algunos desperfectos, esta vez no tan menores y que opacaron un poco su presentación. Sabemos siempre que esto es ajeno a la banda, así que esperamos pronto poder asistir a una noche con ellos como plato principal, para experimentar al máximo su poderío.

Aproximadamente a las 20:50 horas, seria el turno de Nuclear Sathan, una banda que ya había visto en varias oportunidades, en otras épocas en la que asistía más seguido a cubrir eventos under de la movida black nacional e internacional, y que, si bien hacía mucho que no presenciaba un show suyo, me encontré con la misma banda, cruda, potente y desgarradora, que había visto años atrás y que no deja de llamar la atención sobre el escenario…un verdadero ritual satánico. Desgraciadamente, el sonido tampoco los acompaño y es que, aunque la crudeza típica del black más extremo es lo que los caracteriza, los constantes desperfectos también opacaron gran parte de su presentación.

Con todas incertidumbres que nos venia dejando el sonido del lugar en el trascurso de la noche, más la historia reciente de Abbath en nuestro país, no podíamos dejar de pensar que tipo de show nos iba a ofrecer el musico. Mientras probaban sonido y esperábamos en el pit con cámara en mano, a la espera de que se abriera el telón del Teatrito para hacer las primeras tomas, comentábamos entre colegas – ¿Estará Abbath a la altura de un regreso triunfal, o sería un completo fracaso? Lo que si sabíamos, es que nuevamente sería un show histórico para la banda en nuestro país, indistintamente de cómo se dieran los eventos en lo que restaba la noche.

Apenas pasadas las 22 horas, se abriría el telón y de entre la espesa niebla, aparecería como un fantasma, la imponente figura de Abbath y su ya clásico look. “Acid Haze” de su último trabajo, “Dread Reaver”, editado en 2022, sería la primera canción de la noche, y como un presagio, ya que la bruma se hizo notar durante todo el show. Esa maldita niebla artificial, que nos complica la noche a todos los fotógrafos, y no nos permite a veces, tener variedad de tomas a la altura, y que muchos, por no decir todos, odiamos. Comentarios al margen, creo yo, como público, también te arruina un poco la experiencia del show, ya que si bien un poco de ambientación de este tipo, para una banda de este estilo, esta perfecta, cuando abusas de ese recurso, y se está constantemente “bombardeando a la banda con humito” se vuelve un tanto molesto, sobre todo para los que nos gusta ver al detalle a los músicos de alto nivel, desenvolverse con sus respectivos instrumentos, y es que, por dar un ejemplo, no pudimos prácticamente verle la cara (ni mucho menos las manos) en todo el show a Ukri Suvilehto, baterista de la banda, quien por cierto, tuvo una perfomace exquisita. Ni hablar si estabas en el fondo del local, de a ratos apenas distinguías las siluetas de los músicos, y es que no todo es experiencia sonora en un show musical.

Seguirán, por nombrar algunos de los temas del set, “Dream Cull”, “Hecate”, “Ashes of the Damned” y “Dread Reaver ”y hasta aquí, salvo unos contratiempos muy menores con el sonido en el principio, la banda ya había despejado por completo las interrogantes que nos planteábamos al principio, ya que, lo que se estaba viviendo era una verdadera misa del más oscuro metal. Con un sonido excelente y un Abbath en un estado impecable, demostrando porque es un referente de la escena. Ya no quedaban dudas que, definitivamente lo que estábamos viviendo, era un regreso triunfal.

Luego llegaría el turno del primer cover de los anteriores proyectos del musico, “Batallions” tema perteneciente a “Between Two Worlds”, único disco, editado en 2006, por aquel super grupo del black metal llamado simplemente “I”, que tuvo en sus filas a Abbath, Demonaz y músicos de Gorgoroth y Enslaved entre otros.

Luego los mas victoreados de la noche, “In my kingdom cold” y “Beyond the north waves” del disco “Sons of the northern darkness”  de Immortal, editado en el año 2002, una obra del arte del black metal.

Para destacar el trabajo de Ole André y Rusty Cornell en guitarra y bajo respectivamente, quienes junto Ukri Suvilehto en la batería les dan a Abbath una base más que sólida, para que pueda brillar como lo hizo esa noche.

Volvemos a la carrera solista del musico, y en la última mitad del set, sonarían “The Artifex” y “Harvest Pyre” de su disco Outsider editado en 2019 y nuevamente se desataría el pago con “One by one” otro clásico podríamos decir, de Immortal.

Hasta aquí, la interacción del musico con su público sería más fría que el invierno en Noruega, pero no es algo de reprochar, si bien sabemos que Olve Eikemo, fuera del personaje, suele ser un tipo bastante carismático, (para lo que suelen ser los músicos del género) no esperábamos un despliegue de ese carisma o un derroche de demagogia sobre el escenario, tan solo algunos agradecimientos para con su público, aunque también nos regaló algunas poses “blackers”, y las típicas caras y gestos, a los que si nos tiene acostumbrados.

Le seguiría “Winterbane” de su primer trabajo en solitario, que además lleva su nombre, editado en 2016, y el ultimo cover de Immortal de la noche, “The Rise of darknes” del disco “All shall fall”, otro de los trabajos destacados de la banda. Cerrarían con “Fenrir Hunts”, “Warriors”, otro cover del super grupo “I” y “Endless”, para despedir a la banda, en lo más alto.

Tengo que ser completamente sincero, y la realidad es que fui sin muchas expectativas a el show, pero si fui con ganas de presenciar la vuelta triunfal de Abbath, la reivindicación de un musico que si buen tuvo un tropezón y una caída muy grande en su anterior visita a nuestro país, merecía más que nunca el apoyo de todo su público, no solo por lo que representa, si no por como supo levantarse, y hacerle frente a una enfermedad de la que no muchos salen justamente, bien parados, como lo es el alcoholismo. Por suerte no solo presenciamos un show excelente, a nivel sonido y performance, si no que pudimos disfrutar de Abbath de su mejor forma, y nos alegramos de verlo de nuevamente de pie! 

Agradecemos a Icarus Music y Marcela Scorca.

Crónica y PH: Leandro Barrera